Implementar un sistema que alerte frente a posibilidades de incendio o explosión hace la diferencia y marca una línea segura en reducción de riesgo y prevención.
Diferentes dispositivos electrónicos se instalan y se conectan a su central de alarma. Los mismos censan permanentemente las condiciones en la que se encuentra el aire en su entorno, detectando en el caso que hubiere las partículas más finas de humo o gases. El propósito de estos sensores es proveer una alerta temprana y activar su sistema de alarma para que no ocurra un siniestro.
Esta clase de sistemas le permiten estar atento a situaciones en donde cotidianamente no se presta permanente atención o donde los productos o materiales con los que se trabaja son altamente inflamables.